El 7 de abril del 2021, en la Gran Fiesta de la Anunciación de la Virgen María, en la Catedral Ortodoxa Serbia de la Natividad de la Virgen, se celebró la Divina Liturgia Jerárquica en la que concelebraron Monseñor Santiago, Metropolita de Buenos Aires y Argentina de la Iglesia Ortodoxa Antioquena, Monseñor Juan de Caracas y Sudamérica, de la Iglesia Ortodoxa Rusa en el Extranjero y Monseñor Kirilo de Buenos Aires, Sur y Centro América del Patriarcado Serbio. Concelebraron con ellos el Presbítero Esteban y el Hierodiácono Ignacio.
El Obispo Kirilo dijo unas palabras a los fieles que asistieron a la celebración, agradeciendo, dijo Monseñor «a los Jerarcas que vinieron a concelebrar en el día en que veneramos la Santa Cruz y a la Madre de Dios. Hoy que en estos tiempos de ayuno en el cual ofrecemos a Dios y a la Madre de Dios nuestro arrepentimiento, por nosotros mismos y por nuestro rebaño. Este es un tiempo que se complica con la pandemia y otros problemas, sin embargo sabemos de las Santas Escrituras que cuando sufrimos por algo, Dios ofrece su gran gracia. Por eso esperamos de la Madre de Dios que interceda a Él que envíe Sus Dones», concluyó Monseñor Kirilo.
Luego Monseñor Santiago agradeció a Monseñor Kirilo por la invitación y dijo unas palabras acerca de la Fiesta: «La Anunciación es el principio de nuestra salvación, es la Fiesta de la esperanza. Si leemos sobre el nacimiento del Señor, vemos que la vida del Señor desde su nacimiento no fue fácil. No sólo para Él sino también para Su Madre. Cuando la Virgen aceptó la Buena Nueva del Arcángel, diciendo: hágase en Mí según la voluntad del Padre, Ella no se puso a pensar cómo hará. El mismo José tenía dudas en medio de las dificultades que aparecían alrededor del nacimiento del Niño Jesús, cuando no comprendía el embarazo de la Virgen, cuando tuvieron que partir a Egipto a escondidas, cuando Herodes mató a los niños en Belén. ¿Qué quiere decirnos la Virgen María con su actitud? Puede ser que nuestra vida tenga muchos problemas, muchas dificultades, como la pandemia de hoy y otras dificultades más. Pero no importa. Para una persona que vive cerca de Cristo, no le importa. La Virgen María tuvo problemas, el mismo Cristo cuando era niño tuvo problemas. Pero cuando estamos cerca de Cristo, a pesar de tener problemas cada día, esos problemas no nos pueden hacer nada. No pueden entrar en nuestro corazón. Pueden estar siempre afuera pero no tienen la fuerza suficiente para entrar en nosotros. No tienen fuerza para hacer algo malo con nosotros si tenemos nuestra alma, nuestro pensamiento y nuestro cuerpo cerca de Cristo. Puede ser que tengamos un poco de miedo, pero con la experiencia que nos dé Dios con estas situaciones, aprenderemos que esas dificultades parecen que tienen fuerza pero en realidad no la tienen. El mismo Dios permite estas dificultades para hacer nuestra Fe más fuerte, y a veces estas dificultades pueden revelar nuestra fe dentro nuestro: tenemos una fe fuerte o una fe débil. Si nuestra fe es débil, seguramente tendremos problemas con nuestras dificultades. En cambio, si tenemos una fe fuerte, pasaremos estas dificultades fácilmente», concluyó el Metropolita Santiago.
Luego el Obispo Juan también dijo unas palabras, luego de agradecer al Obispo Kirilo la invitación, y remarcó la importancia de concelebrar juntos y unirnos en oración los ortodoxos, especialmente en estos tiempos difíciles de Pandemia: «el hecho de que en tiempos de pandemia nos estemos reuniendo en la Iglesia para rezar de manera Conciliar (es decir los Obispos de varias jurisdicciones y sus fieles todos juntos) más de lo que lo hacíamos en tiempos regulares, nos muestra la gracia y la bendición de Dios hacia nosotros».
Luego todos participaron del almuerzo festivo en el salón parroquial, cumpliendo con el protocolo por el covid-19.